Cómo saber el precio un cuadro

Para saber cuánto cuesta aproximadamente un cuadro que por el motivo que se ha llegado a tus manos primero hay que familiarizarse con los factores que influyen en el valor de una obra y recabar información que responda los siguientes puntos.

1. Determina quién es el autor

En el mejor de los casos la obra está firmada, el artista es conocido y tu investigación se limita comprobar la autenticidad de la obra. Pero en muchos casos la obra no está firmada o, pese a ser una obra original, se ha añadido la firma de otro artista para aumentar su valor y hay que investigar para encontrar quien es su verdadero autor o, si no se puede especificar, al menos poder situar a que época y escuela pertenece.

Existe el falso mito de que el arte es una inversión segura y por eso hay gente que piensa que cualquier pintura se revaloriza. Esto no es verdad. Si el artista o el movimiento al que pertenecia no está considerado relevante en la historia del arte, se trata de una copia o una obra de baja calidad, su precio no habrá aumentado a menos que se trate de una antigüedad y se valore más por sus años y estado de conservación que por la pintura en sí.

2. Encuentra el año en qué está datada la obra

Incluso si el autor es desconocido, el cuadro puede tener valor por pertenecer y ser representativa de un movimiento artístico o periodo histórico concreto o tener valor como antigüedad. Una pieza de calidad y antigua será más deseable para los coleccionistas si el estado de conservación es bueno, con características que la hagan singular, atractiva y única en el mercado.

Puedes encontrar indicios de su edad en la cantidad de polvo acumulado, en el deterioro causado por el paso del tiempo, en los materiales empleados, en el estilo de la obra…

3. Comprueba que la obra es buena y su origen legítimo

Ponte en el lugar del comprador: Cuánto estarías dispuesto a pagar por una obra sin certificado de autenticidad, sin documentación que avale que estas comprando una obra autentica o sin pruebas de que su origen no es ilegal (robo, expolio...) que anulan la posibilidad de revenderla la obra y por lo tanto adquirirla como una inversión.

Muy poco, ¿no? Eso es exactamente lo que ocurre en el mercado negro del arte, el valor de reventa de las obras desciende dramáticamente.

Si sospechas que la obra que tienes entre manos es auténtica, que no hay irregularidades en su historial, pero no tienes ninguna documentación que lo avale te recomendamos que solicites el análisis y el certificado a un tasador profesional si el precio de reventa de los originales justifican el gasto.

4. Investiga por cuánto se han vendido obras similares

Este es el mejor barómetro para saber los precios que se están manejando en la actualidad. Para ello se pueden seguir los registros de subastas públicas (online o catálogos impresos).

Un par de páginas con información relevente y actual sobre la cotización de artistas de renombre son:

•  Artprice
• Blouin Art Sales Index (en inglés)

También es posible acudir a marchantes y casas de subastas especializadas en arte para que te hagan una oferta. Pero obviamente te ofrecerán tan solo un porcentaje del precio final que puede alcanzar una obra ya que su beneficio reside en revender la obra cuánto antes con el mayor margen de beneficio.

5. ¿Tienes acceso a compradores interesados?

La demanda es el factor más importante de todos. El precio de cualquier obra se fija en la cantidad que esté dispuesto a pagar por ella un comprador. Hay obras que pueden alcanzar un valor más alto si se da con el coleccionista adecuado, aquel que está buscando una pieza exactamente como la tuya.

Por el contrario si no es una pieza especialmente popular entre los coleccionistas porque existen muchas obras similares disponibles en el mercado o se trata de una obra de características tan singulares que escasean los coleccionistas interesados te costará venderla a un buen precio.